jueves, 25 de agosto de 2011

En un 14 de febrero..

Llega este dia,
hablas como por vigésimo tercera vez con el de la florería de tu edificio a ver si el ramo esta listo..
relees la carta que pasaste todo enero escribiendo una y otra vez…
confirmas la reservación en el restaurante que más les gusta…
planchas la franela/camisa que le encanta…
y te empatucas de colonia…
orgullosamente pasas por el ramo…
y te lanzas rumbo a su casa…
no tienes dinero para el taxi, o sí, sí lo tienes pero quieres gastarlo con ella, para hacerla sentir como una princesa, así que con ramo en mano, te aventuras en el metro.

Hora pico, no eres el único galán sin real que va montado ahí, sacrificando su comodidad por la excelencia de su ramo…
malandros, musica, gente que se burla de ti hasta que no puede más (envidia pura)
transferencia, otro montón de coñazos más…

Al fin sales… a pesar de todo, el ramo está vivo, tú, sudado, pero el aroma que te echaste encima, y el desodorante estan haciendo lo suyo…

Te recuerdas que por tener los bolsillos ocupados no has podido revisar el celular…
En fin, te montas en el metrobús (sí, para más colmo)… pero al fin te sientas… vas entretenido escuchando Sin Bandera, y esas cosas que solo escuchas al pensarla…

Tu sonrisa de idiota hace que una señora te diga “ay mijo que bonito es el amor no?” Y tú sigues sonriendo…
luego de 20 minutos de viaje, te suena el celular… 2 mensajes…
1… “disculpa, hoy no quiero hacer nada… lo siento”
2….(Más reciente) “tenemos que hablar, no me estoy sintiendo cómoda”….

Moraleja…
Los 14 de Febrero, en definitiva, pueden ser peor de lo que lo que los has pasado...

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